Crónica domingo 9 de julio
Hoy es un día grande para estos peregrinos: ¡hemos llegado a Castilla La Mancha! Al pisar Requena, salimos de la Comunidad de Valencia y además ponemos el primer “tick” en la segunda columna de la camiseta. Este es un método de contabilidad peregrina que os vamos a explicar mejor: tenemos varios modelos de camiseta, todos chulísimos, diseñados por el super comité de Comunicación. Uno de ellos lleva detrás la lista de todas las etapas, y nos anima mucho ir comprobando nuestro avance día tras día. Al empezar la segunda columna, pues, ya hemos cumplido un tercio de nuestro peregrinar.
Hoy en el camino ya hemos notado el sol castellano… La última hora ha sido más calurosa que de costumbre, pero cantando con el ukelele todo se hace más ameno, y hemos podido seguir el ritmazo que nos marcan Antonio y Franco desde la avanzadilla.
Hoy nuestro alojamiento es un polideportivo que tiene un aire algo decadente, como de internado de la época comunista. Álvaro P. lo ha mirado y ha dicho con aire filosófico: “Y pensar que algún día esto lo inauguraron…”. Pero no os preocupéis: por dentro está perfecto y las duchas van de maravilla.
La Misa la hemos celebrado en la iglesia de San Salvador, un espectacular templo del s. XV, con estructura gótica y ornamentación barroca en el interior. Nos han acompañado con sus cantos el grupo de jóvenes de Hakuna y ha sido precioso ver cómo todos formamos parte de la misma familia, entonando a una sola voz.
El párroco nos ha predicado una conmovedora homilía, a raíz del pasaje de la lectura de hoy: “Venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados”. Nos ha recordado que el Señor no termina la frase con un “que yo os arreglaré todos los problemas”, sino con un “que yo os aliviaré”. Es decir, nos sostendrá, nos aliviará, nos ayudará a llevar el peso de nuestras cruces. Nos ha animado a recordar esto mientras caminamos, que andemos siempre con el Señor, la mejor compañía.
Para acabar el día, nos han llevado a un bar y hemos tomado una cena de tapas que nos ha resucitado. ¡Qué buenas estaban las bravas, los fingers de queso, los muslitos de pollo! ¡Si es que somos unos mimados del Cielo!
Nos vamos a la cama ya, pues mañana toca una etapa de campeones… 44 km, nada menos. ¡Acordaos de nosotros, porfa! Ya sabéis que nosotros estáis en cada uno de nuestros pasos.
¡Un abrazo y buenas noches!