Crónica Jueves, 27 de agosto
Hoy hemos iniciado la fase 2 del experimento “Caminar como si no hubiera un mañana”, marcada por la incorporación de la segunda oleada de peregrinos. ¡Con gran orgullo proclamamos que todos ellos han superado la prueba con sobresaliente! Están algo cansados, pero la siesta los ha resucitado. Seguro que en un par de días estarán tan curtidos como si hubieran empezado a andar en Finlandia.
La etapa de hoy ha transcurrido por una variedad de paisajes: primero, un largo rato por la orilla del Guadiana, con las consiguientes picaduras de mosquitos y las raspaduras de mil millones de plantas. Después nos hemos topado con un obstáculo inesperado: un puente de hormigón que nos impedía el paso. Algunos estaban ya listos para asediarlo con cuerdas de escalada, pero por suerte los sherpas han encontrado un sendero y todo se ha resuelto. El tramo final ha sido de carretera, en fila de uno, con lo que los nuevos han podido probar el asfalto y ya tienen la experiencia completa.
En varios tramos de la ruta nos ha acompañado la presencia inquietante de un dron. Tranquilos, no es que nos haya clichado ninguna agencia de espías internacional. El dron es de un amigo de mossèn Ferran y lo estamos usando para grabar tomas de nuestro caminar desde el aire, a modo de reportaje. Ya os las haremos llegar; la verdad es que es impresionante ver la larguísima fila que formamos los casi 90 peregrinos.
El destino hoy era Valdelacalzada, un pueblo de colonos muy coqueto, con todas sus casitas pintadas de blanco. Nos alojamos en el polideportivo; al llegar ha venido a darnos la bienvenida una encantadora concejala del Ayuntamiento.
Por la tarde hemos tenido nuestro rato de oración ante el Santísimo. Hoy el tema de la meditación han sido los Mandamientos. Mn. Toni nos ha ayudado a profundizar en la idea de que estos no son normas que nos constriñen, sino que nos liberan, porque nos hacen más capaces de amar.
A última hora hemos cenado unos deliciosos macarrones a la boloñesa (¡gracias, intendencia!) y hemos cantado un buen rato con las guitarras. Nos ha acompañado don Francisco, el párroco de aquí, que también ha presidido la Eucaristía. Le damos millones de gracias por la acogida y el cariño, y lo añadimos desde ya a la lista de personas que encomendamos en el camino, a él y a su parroquia.
Ahora empieza la recogida por equipos. Hay que ver qué sincronización: fregar cacharros, limpiar baños, cargar furgo; todo con un estilo rápido y eficiente. En cuanto terminemos, a la cama todo el mundo y a soñar con los angelitos. ¡Buenas noches, padres!