Crónica Lunes, 31 de julio
Queridos padres:
Para resumir el día de hoy, podríamos decir que ha sido nuestro gran salto a la fama. Resulta que la televisión nacional portuguesa (RTP) se ha enterado de nuestra aventura y ha venido a conocer a esta pandilla de locos. Nos han grabado caminando el último tramo de la etapa, llegando a Pavia y montando el campamento. También han entrevistado a varios peregrinos; les han preguntado sobre las razones para emprender este camino y sobre los cambios que han experimentado estos días. Saldremos esta noche en el telediario, ¡qué nervios!
En otro orden de cosas, debéis saber que recientemente se ha fundado una sociedad entre los caminantes llamada “El Club de las Conferencias”. Vista la gran carencia de temas de conversación, han establecido que cada miembro hable durante una hora sobre un tema de su elección, para pasar así el rato. Dicen las malas lenguas que cuando mn. Toni ha empezado a explicar su tesis doctoral, algunos miembros del club se han alejado disimuladamente del grupo…
Hoy nuestro destino era Pavia, un pequeño pueblo lleno de gente buenísima. En la entrada de la iglesia habían puesto una caja para donativos con el cartel “Para la comida de los jóvenes”, y de ahí han salido los banquetes con los que nos han obsequiado, tanto en la comida como en la cena. Además nos los han servido en platos de verdad, de loza, y las adorables cocineras iban canturreando mientras servían y fregaban.
El padre Nelson ha presidido nuestra Misa; en la homilía nos ha animado a rezar para que esta JMJ sea un nuevo Pentecostés, que todos los jóvenes vayamos allí con el corazón abierto y siendo muy conscientes de que el Señor nos quiere libres.
Como incidente del día, confesamos con vergüenza que el postureo nos ha jugado una mala pasada. Queríamos grabar con el dron nuestra salida del alojamiento en dirección a la iglesia, así que nos hemos metido dentro y hemos cerrado la puerta. El resultado ha sido que nos hemos quedado atrapados dentro como 20 minutos, hasta que han podido venir a rescatarnos. Absurdo pero gracioso.
Por la noche, hemos celebrado una pequeña tertulia con los jóvenes y las feligresas de aquí, que nos han cantado un par de canciones preciosas del Alentejo, la región portuguesa donde nos encontramos. Hemos rezado Completas todos juntos y hemos cerrado con el canto de “Buenas noches, María”. ¿Sabéis qué? Que los de Pavia la han cantado también, en su idioma, y ha sonado preciosa. Esas cosillas que tiene la Iglesia universal…
¡Buenas noches a todos!