Crónica martes 11 de julio
Hoy hemos empezado el día con muy buen pie. El porqué: ¡nos hemos despertado a las 4 de la mañana! Lo que aún no hemos decidido es si es muy triste o muy bonito el hecho de que celebremos despertarnos a esta hora. Hace un mes nos hubiera parecido impensable aplaudir al saber que esa sería nuestra hora para despegarnos de las sábanas… y aquí estamos.
La etapa se ha llevado con celeridad, gracias a un ritmo propio de Melendi, sin pausa pero sin prisa, atravesando los viñedos que vieron nacer a Andrés Iniesta.
Con todo, a medida que se acercaba el final de ruta, sigilosos como ninjas, todos los hombres se han agrupado en la retaguardia y han empezado a tramar una de las suyas. El resultado de la maquinación ha sido que en cuanto hemos cruzado el cartel que indicaba el inicio de Fuentealbilla, veinte cromañones se han abalanzado sobre Xipi, el mayor culé que ha visto el seminario, y lo han alzado sobre sus hombros entonando con gargantas al borde del desgarramiento “La Roja Baila”.
No ha habido antes entrada más épica en cualquier pueblo de La Mancha. Y es que no podemos obviar el hecho de que en un día como hoy, hace 13 años exactos, el número 8 marcaba el gol en el minuto 116 dándole su primer mundial a España. Ya en el pueblo, los varones se han apresurado por besar la estatua del héroe que hizo sus primeros chutes entre estas callejuelas.
Tras la comida, ducha y descanso pertinentes hemos bajado a la iglesia del lugar. Allí hemos tenido una misa no muy tranquila, en la que un murciélago ha desatado el caos al aterrizar en medio del coro y una pueblerina de avanzada edad no paraba de grabar vídeos de los peregrinos cantando a la par que nos deslumbraba con la linterna. Queremos pensar que no sabía apagarla…
La meditación sin embargo se ha centrado en la vocación. Ya que en el librito del peregrino hemos llegado al momento en que Moises llega al monte y ve la zarza ardiendo. Allí recibe la vocación. Todos tenemos una vocación y no hay que tener miedo hablar de ello. Ya que lo importante no es lo que hagas sino a quien te entregas.
Al salir, hemos ido a comprar la cena a un supermercado al más puro estilo Guerra Mundial Z. Tras este asalto a la Bastilla hemos cargado con las vituallas y hemos cenado celebrando con helado y refrigerios el santo de Olga y los aniversarios de Jaume y Mn. Toni. Este último nos ha deleitado en la tertulia con un baile que el pueblo le ha forzado a llevar a cabo por decisión unánime. Ha quedado patente que Mn. Toni sigue siendo el rompetobillos de la pista a pesar del paso del tiempo.
Esto es todo por hoy familia. Un día más, un día menos. ¡Pasen buena noche!