Crónica martes 25 de julio
Queridos padres:
Parece que nos estamos aficionando a hacer kilómetros extra… Como 1300 no nos parecen suficientes, cada etapa nos procuramos unos pocos de más; hoy han sido 15. ¿La razón? Un canal de riego que han abierto y que ha formado un río donde teóricamente no lo había. Eso nos ha obligado a dar un rodeo que ha retrasado 3 horas nuestra llegada al destino. ¿Pero sabéis lo mejor? No se ha oído una sola queja, no ha habido ni una mala cara, nadie se ha rendido. Podéis estar orgullosos de estos peregrinos que, con fortaleza y sin dramas, asumen los cambios de planes que la vida trae consigo.
Ha habido varios momentos destacables en la ruta. Hemos pasado junto a campos de tomates, y al borde del camino hemos encontrado algún que otro tomate despistado. Los peregrinos, lógicamente, se han dedicado a cogerlos y lanzárselos unos a otros, celebrando su particular tomatina.
Maria Miñana y Martí Ramió se han inventado un juego en el que elegían un color y tenían que comerse algo del campo que fuera de esa tonalidad (flores, frutos, raíces… Poco ha faltado para llegar a las piedras). No sabemos si es que les gusta el riesgo, si el aburrimiento ha podido con ellos o si el calor de la jornada les ha fundido definitivamente el cerebro.
También hemos visto una proeza llevada a cabo por Norah, Paula Gomar, Laura Perreau y Lourdes. A la vista de una bajada bastante potente del camino, y agotadas por el kilometraje, han decidido descenderla haciendo la croqueta. Si ha sido buena idea o no, solo el tiempo lo dirá.
En San Pedro de Mérida, nuestro destino de hoy, nos han recibido maravillosamente. Nos han preparado bocadillos para comer y una cena de picoteo, con un embutido tan rico que nos ha vuelto incapaces para siempre de volver a tomar el de Mercadona. Después hemos celebrado la Misa con ellos, y nos han regalado una estampa de su Virgen a cada uno. ¡Es increíble la devoción que hay en este pueblo! En cada calle, en cada fachada hay alguna imagen de Santa María o de Nuestro Señor.
Para acabar el día hemos celebrado una tertulia divertidísima, en la que no han faltado grandes clásicos de la música española como “La chica ye-ye”, “Clavelitos”, “Y cómo es él”… El momentazo de la tarde ha sido protagonizado por Nacho Campmany, Kyril e Iván, que se han venido arriba y han sacado cada uno a bailar a una bella damisela del pueblo. Y la traca final la han puesto los parroquianos de aquí, cantándonos la jota de San Pedro de Mérida, que dice así:
“A San Pedro, a San Pedro
Que hay mucho vino
Mucho pan, mucho aceite
Y mucho tocino”
La verdad es que con esta letra dan ganas de instalarse en San Pedro por una larga temporada.
Nos vamos ya a dormir, y con un súper prospecto: mañana, etapa cortísima de 15 km (a ver si es verdad, jeje) y, lo que es mejor aún, ¡nos despertaremos a las 5! El alcalde de aquí, Andrés, se va a unir a la expedición, lo cual nos hace mucha ilusión. Por la tarde llegarán nuestros refuerzos, 20 peregrinos más que llegan frescos de Barcelona. Ya os contaremos qué tal va la fusión. ¡Buenas noches, familia!