Crónica martes 26 de agosto

Queridos padres, madres, abuelos, amigos y resto de peregrinos,

Después de muchos días, hoy nos hemos podido levantar algo más tarde. Estas horas de sueño extra se agradecen enormemente. Hemos bajado a desayunar dónde nos hemos encontrado con las sobras de las pizzas de ayer, que los más pequeos no han dudado en reclamar sabiendo que quizás no volverán a tener un desayuno que satisfaga sus apetitos como este. Además, teníamos preparadas unas bolsitas individuales con alguna que otra cosa que nos han servido mucho para ir comiendo durante el día en Roma. Más tarde, a los autobuses y camino a las catacumbas de San Calixto.

Allí, con mucha emoción y un estruendoso aplauso, hemos recibido al mejor equipo de nuestra peregrinación, los Seniors, que eran los que faltaban por sumarse. Ahora ya estamos todos. La gran familia que formamos las tres parroquias al completo. ¡Que ilusión tan grande!

Luís, el guía del lugar, ha empezado la jornada con una explicación general sobre como vivían los primeros cristianos durante los tiempos del imperio romano y como las catacumbas servían como los cementerios de estos durante las persecuciones. Las galerías forman un red de túneles de 20 km. En ellas se enterraron a decenas de mártires, a 16 papas y a muchísimos otros cristianos. Que valientes eran estos primeros hermanos nuestros que no titubearon en su fe a la hora de defender a Cristo frente al opresor, defendiéndola hasta la muerte misma. Su audacia nace de una confianza radical en la victoria de la verdad, de una esperanza que no se rompe ante la persecución, y de un amor que no cede ante el miedo. Ellos no buscaron gloria personal, sino la fidelidad al Evangelio; transformaron la debilidad en fortaleza mediante la oración, la comunión y el testimonio constante. Su testimonio es ahora una llama que ilumina nuestro propio caminar: nos invita a sostener la fe con serenidad y valentía, a defender la dignidad de cada persona y a vivir la verdad con misericordia. Que su ejemplo nos anime a abrazar la cruz con firmeza, sabiendo que la victoria de Cristo ya está asegurada y que, unidos como Iglesia universal, seguimos avanzando, incluso cuando el camino se vuelva desafiante.

Después de esta explicación general, hemos podido ver de primera mano como era esta necrópolis subterránea adentrándonos en sus pasadizos y caminando entre los nichos en los que un día reposaron nuestros hermanos en la fe. Allí estuvo también enterrada Santa Cecilia, patrona de la música, a la que hemos dedicado un canto allá en la que fue su tumba.

Una vez finalizada la visita, el grupo se ha disgregado para pasar el día en Roma con la consigna de reunirnos todos otra vez a las 18:00 donde ayer nos recogió el autocar. El grupo de peregrinos sin padres (PSP a partir de ahora) y el sector Senior han cogido las furgonetas y se han acercado a degustar una deliciosa comida. Algunos han dicho que los macarrones que han tomado hoy han sido el mejor plato de pasta que han probado desde que tienen memoria.

Las furgonetas les han acercado después a Piazza Venezia, donde se han dividido en distintos grupos. A partir de este momento, han podido visitar algunos de los monumentos históricos más emblemáticos de la ciudad, como la columna de Trajano, el coliseo o la fontana di Trevi. Durante el recorrido, han parado a la Iglesia de Gesú. Algunos se han sorprendido del realismo que mostraba uno de los crucifijos de esta imponente iglesia del siglo XVI con un interior decorado en dorado precioso que invitaba realmente a apreciar la belleza de sus paredes y techos. En esta iglesia esta enterrado San Ignacio de Loyola y también contiene una reliquia, concretamente una mano, de San Francisco Javier.

A las 18:00 nos hemos reunido todos otra vez para ir a cenar al buffet del hotel donde descansan los Seniors. Se nos han dado los pertinentes avisos de mañana, donde asistiremos a la audiencia general presidida por el Papa León XIV. Es un privilegio poder estar tan cerca del vicario de Cristo en la tierra. Con mucha ilusión esperamos este momento que nos depara el día de mañana y nos vamos a la cama con gozo de haber podido disfrutar de un día tan estupendo junto a toda la gran familia de nuestra comunidad parroquial.