Crónica miércoles 12 de julio
Hoy hemos vuelto a las andadas, madrugón a las 2 de la mañana para evitar el sol. Los 38 km se nos han hecho amenos, pues ha refrescado y nos ha acompañado un vientecillo ligero y agradable.
En estas jornadas estamos entendiendo el significado del célebre dicho “Ancha es Castilla”. Muy ancha y hermosísima, de verdad. Para nosotros, acostumbrados más bien a otro tipo de paisajes, es sorprendente ver el horizonte completo, sin montañas, solo infinitos campos de cultivo a lado y lado de nuestro camino, y franjas alternas de verde, ocre y marrón, con un puñado amable de árboles de vez en cuando.
Fijaos qué instruidos vamos a salir de esta peregrinación: aprendemos el origen del refranero, nociones de agricultura, primeros auxilios… Esto es un no parar.
Hemos llegado muy pronto a Tarazona y, como siempre, hemos ido contando nuestra ruta a todo aquel con el que nos cruzábamos. Ha sido bonito oír a una señora que nos decía: “¡Ya os esperábamos, nos lo ha contado el párroco!”
Efectivamente, varias personas del pueblo se han unido a la adoración eucarística y la Misa que hemos celebrado por la tarde.
Don Fabián, el simpatiquísimo rector, nos ha dicho en la homilía algo muy cierto y consolador: que Dios escribe recto sobre renglones torcidos. Igual que sucede en el pasaje bíblico de José que hemos leído hoy, quien fue vendido por sus hermanos y por ello tenía grandes heridas en el corazón. Pero justamente por eso, pudo llegar a ser quien era en Egipto y salvar a su pueblo del hambre. Así que a nosotros nos toca confiar en Dios y creer que, sea cual sea nuestra historia, Él se las ingeniará para convertir los males en bienes.
En la Misa de hoy, Norah nos ha cantado el salmo completo y ha sido un regalo. ¡Qué voz tan bonita, y qué alegría cuando ponemos nuestros dones al servicio del Señor!
Don Fabián se ha unido a nuestra cena y le hemos ido contando cómo es nuestro caminar. El culmen de la tertulia ha sido cuando hemos cantado “Jesús, ya sabes, soy tu soldado”, una canción guerrera que cuenta con muchos adeptos entre nuestros peregrinos. De postre hemos tomado helados, gentileza de los feligreses de San Bartolomé. ¡Qué generosa es la gente!
Después de rezar Completas, nos vamos ya a la cama. Mañana será un gran día y, con la reciente incorporación de los imprescindibles Nacho Campmany y Fer Marqués, seguro que la jornada no nos defrauda. ¡Buenas noches a todos!