Crónica miércoles 13 de agosto
Queridos padres, madres, abuelos, amigos y resto de peregrinos,
Hoy la jornada ha venido cargada de sorpresas. Como se nota que Dios nos acompaña en nuestro camino hacia Roma y actúa su providencia.
Por la mañana, nuestra ruta ha empezado meditando sobre la llamada universal a la santidad. Todos estamos llamados a ser santos y tenemos que luchar por ello. A veces parece que nuestros esfuerzos son en vano y no vemos frutos. Es allí precisamente donde más podemos santificarlo y donde nuestras intenciones están mas cerca de Dios.
La primera parte de nuestra etapa de hoy consistía en una larga subida por carretera. Hemos ido a un muy buen ritmo ya que, pese al cansancio acumulado, hemos batido nuestro propio récord haciendo 19 kilómetros en tan solo 4 horas. Cuando menos lo esperábamos, la furgo ya nos estaba esperando con un fantástico desayuno. Al final, hemos acabado haciendo 36 km en total, en lo que ha sido la etapa más larga hasta la fecha, llegando a un pueblo llamado Pieve San Stefano.
Ha habido un momento durante la etapa en el que Beto se ha puesto a perseguir una especie de lagarto grandote por la carretera, minetras Laura Perreau le animaba a alcanzarlo ya que , según ella, le parecía "mono el bicho". Cuando Beto estaba a punto de alcanzar el animal, un coche de "Carabinieri" lo ha pasado por encima, haciéndolo papilla y dejando a nuestros peregrinos con una imagen que tardarán en olvidar. Algunos dicen que la cola seguía saltando sobre el asfalto ya separada de su cuerpo.
Isa y Laura nos han sorprendido de nuevo con su esplendida cocina. Hoy nos han preparado unos garbanzos con guisantes y salsa de tomate que estaba de rechupete ¡Otro día sin pan Bimbo! Que fácil es ver a Jesús en las personas que nos quieren. Después de la comida hemos podido disfrutar de una larga siesta.
Por la tarde, hemos tenido un ratito de exposición con el Santísimo, hemos leído todos juntos el Hablar con Dios y hemos participado de la Santa Misa con la gente del lugar. En la homilía, el padre Juan Carlos, un sacerdote colombiano que lleva esta parroquia y varias más de la zona, nos ha predicado sobre la importancia de la comunidad y lo bonito que es compartir nuestra fe. Al terminar la celebración eucarística, una simpática anciana del pueblo ha repartido unos caramelitos a algunos de los peregrinos y les ha explicado cosas sobre la iglesia, que de nuevo estaba decorada con impresionantes frescos en sus paredes y techo. Otros, agotando las pocas fuerzas que les debían quedar, han decidido que era una buena idea jugar un rato al baloncesto en la cancha anexa al pabellón en el que dormimos hoy. A estos chicos no se les acaban las pilas.
Para cenar, hemos compartido unas pizzas y unas bebidas y el Padre Juan Carlos nos ha acompañado en la velada de hoy. En la tertúlia, Laura Perreau nos ha cantado unas canciones super chulas y hemos redescubierto el hit que hizo famoso a Antonio en la peregrinación hacia Lisboa: "Para barrer la bamba". Damos muchas gracias a Dios por el día de hoy, que ha tenido de todo, y nos preparamos para descansar y seguir andando mañana hacia Roma, que queda más cerca a cada paso que damos.