Crónica sábado 15 de julio
Queridos padres, ¡hoy es un día grande! Llevamos ya 20 días caminando, lo que quiere decir que hemos cumplido la mitad de nuestra peregrinación. Y pensar que hace apenas unas semanas estábamos aún reuniéndonos en la parroquia, planeando todo, preguntándonos cómo sería la experiencia... ¡Es increíble!
Esta madrugada, al dejar Villarrobledo hemos cruzado la plaza mayor del pueblo. Allí había un gran número de jóvenes tomando algo en los bares, que han flipado al vernos y preguntarnos dónde íbamos. Es realmente desconcertante empezar el día cuando algunos todavía lo están acabando…
Uno de los sucesos más remarcables de la mañana ha sido la captura de un conejo por parte de Andreu. Él dice que ha sido muy fácil cogerlo, que era dócil y tranquilito. El problema ha sido que, mientras algunos querían adoptarlo como mascota de la peregrinación, otros eran más bien partidarios de cocinarlo. Al final se ha decidido, por el bien de todos, devolverlo a la naturaleza.
Hoy el paisaje ha sido de viñas todo el tiempo (de hecho, la patrona de Tomelloso es la Virgen de la Viña). Jose ha hecho una pequeña degustación, arrancando un racimo de uvas para comérselo, aunque aún falta tiempo para la vendimia. Pero no es lo más raro que hemos comido del campo: ayer Antonio se zampó una cebolla recién arrancada del suelo.
A la hora de desayunar, don José Juan ha vuelto a aparecer con su coche negro y las mejores noticias: un bizcocho gigante y tierno que hemos adornado con Nutella, el vicio del peregrino. Sería maravilloso que este sacerdote tan generoso nos pudiera acompañar cada día hasta Lisboa y se encargase de nuestro desayuno…
La comida de hoy ha sido especial, para celebrar el paso del ecuador: pollo a l’ast con patatas y un helado riquísimo. Ha sido cosa de Luis y Jaime, quienes por esta razón se han ganado ser manteados por los fanáticos peregrinos.
Estamos alojados en un centro de Cáritas. Aquí habitualmente se acoge a los temporeros que vienen a trabajar al campo en verano, inmigrantes en condiciones precarias que necesitan un sitio donde ducharse y descansar. Es impresionante comprobar día tras día las obras de misericordia que lleva a cabo la Iglesia en tantos sitios.
A la hora de Misa y adoración, hemos ido a una parroquia de construcción bastante reciente que tiene ¡cerca de 300 niños en catequesis! El párroco don Antonio nos ha hablado de que es clave caminar con la Iglesia, vivir la fe en comunidad. ¿Quién de nosotros se lanzaría a recorrer estos 1300 km en solitario? Ninguno, no hay duda. Pero en comunidad nos hacemos capaces y llegamos lejos. También nos ha hecho mirar la imagen que preside la iglesia: una Cruz en la que no está Cristo crucificado, sino Resucitado, con las marcas de la Pasión. Nosotros haremos como el Maestro, llegaremos a la Resurrección después de estos días de dolor y sufrimiento.
Hablando de sufrir, mañana nos toca el tercer día de la “tríada de la muerte”, tres etapas seguidas de alrededor de 40 km. Si superamos esto, ¡podemos con todo!Por eso, para cenar, hemos tomado tan solo un vasito de leche y una madalena, para irnos a dormir cuanto antes.
Os deseamos buenas noches a todos, ¡mañana más y mejor!