Crónica viernes 8 de agosto

Queridos padres, madres, abuelos, amigos y resto de peregrinos,

Un día más en nuestra peregrinación nos levantamos todavía con legañas en los ojos para partir andando a las 3:00. Ya hemos cogido bien el ritmo del peregrino y es bonito empezar siempre el día con un buen ratito de oración mientras andamos. Mn. Ferran nos hablaba hoy del valor de la comunidad en la Iglesia y que es muy importante no buscarse a uno mismo en la comunidad, saltando de sitio e sitio hasta encontrarse cómodo, sino que es bueno aceptar donde Dios nos ha puesto a cada uno y crecer allí en santidad.

En la parada, después de un buen desayuno, estirar las piernas y refrescarnos con algo de agua, hemos continuado leyendo la conversación entre el Cardenal Ratzinger y Peter Seewald. Hoy, el futuro Papa Benedicto XVI, nos narraba los diferentes encargos a los que se dedicó en sus primeros años de sacerdote: como era profesor universitario, trabajó también con niños y jóvenes y como participó como asesor durante el Concilio Vaticano II. Es bonito ver como esto enlaza perfectamente con lo que hemos ido rezando y meditando estos días sobre el cumplir la voluntad de Dios y ver como el futuro Papa nos guía en el camino.

Ya después de la llegada, la feligresía nos ha preparado con mucho cariño una comida exquisita a base de pasta con queso, ensalada de tomate fresco y todo tipo de pasteles como postre. La verdad es que damos muchas gracias a Dios por lo buena que es la gente que nos acoge con nosotros. No dejéis de rezar por ellos vosotros también, que es de buen nacido ser agradecido.

Entonces llegaba el momento más esperado por todos los peregrinos. El mossén nos ha invitado a todos a un parque acuático, en el que hemos pasado un buen rato entre piscinas, toboganes y flotadores. De las cosas más divertidas era hacer carreras de flotadores entre nosotros por unos toboganes rectos que había, y que siempre ganaba Martí nadie todavía se explica porque. También habrá que preguntarle a Beto a que sabe el plástico del interior de un tobogán, que lanzándose con Albert en uno de los donuts dobles han salido disparados hacia fuera del tubo mientras el flotador se ha quedado encallado en el interior de la atracción. Ha sido un momento muy divertido y entrañable por haber podido pasar un buen rato juntos en familia riendo y jugando unos con otros. El cielo debe parecerse a esto. Nos encantan las peregrinaciones de Mn. Ferran.

Al volver, hemos tenido la Santa Misa compartida con el resto del pueblo, donde el párroco, Don Massimo, ha tenido unas palabras de afecto y cariño hacia nosotros, animándonos a seguir peregrinando en la vida y haciendo comunidad parroquial desde la mirada de la fe, con los ojos de Jesús.

Como de costumbre, para terminar el día, hemos tenido una tertulia con cantos para Don Massimo, Ciara y el Padre Gary, que tan bien nos han acogido hoy. Mañana nos toca caminar un buen tramo, 34 km, la etapa más larga hasta el momento, pero seguro que, al lado de Jesús y de la mano de la Virgen, la acabamos todos con una sonrisa de oreja a oreja y el corazón lleno de alegría.