La proximidad de Jesús

La proximidad de Jesús
Turó de l' Home- 27 de Juliol de 2020

BARCELONA – EL COLLELL (160 KM) – DEL 25 AL 30 DE JULIO DE 2020

Hace más o menos 3 años viví una de las experiencias que más me han cambiado la vida: la peregrinación a Collell.

Me llamo Itziar y en esa peregrinación tenía 25 años. Acabábamos de salir del confinamiento total, producido por el Covid-19, y me encontraba mirando hacia el verano sin saber qué hacer, ya que el sitio en el que trabajaba había cerrado.


En ese momento, con la recomendación de cura, decidí apuntarme a la peregrinación que estaban organizando en la parroquia. Se trataba de una "pequeña" excursión que duraría una semana, más o menos. La ruta era muy sencilla, iríamos desde Barcelona hasta el Collell (Girona) en 5 días. La verdad es que yo pensaba que no podría terminarla, pero aún así me propuse intentarlo, ya que la alternativa era quedarme en casa buscando trabajo y aquello no me atraía nada. Tenía todo el verano por delante para hacerlo.


Así que inicié esta ruta con mucha inseguridad y miedo. Una decisión que nunca me arrepentiré

Una de las cosas que más me gustó de la experiencia fue el clima de familia que se creó y desarrolló entre todos los que estábamos allí. Pero lo que más me atrajo fue la cercanía con la que sentí a Jesús todos aquellos días. Cuando pensaba que ya no podría más o que no era capaz de conseguir llegar al final, siempre lo noté a mi lado, en diversas formas, la de un compañero de viaje, la de una oración, o simplemente sintiéndolo a mi lado.

Una de las anécdotas que más recuerdo es la subida a la colina del hombre por el «camino de San Mateo». Después de casi 6 meses sin que nadie pasara por esta cima, los caminos que estaban previamente diseñados habían desaparecido. No había manera de continuar por dónde teníamos previsto y, mientras los shepards de la ruta pensaban que hacer, uno de los chicos con la ayuda de su navaja/ machete, fue creando un camino nuevo. Hasta aquí todo perfecto, el problema fue cuando esa vía llegó a una zona de rocas que tuvimos que escalar. Por suerte, llegamos todos bien a la cima.

Esta experiencia me sirvió para crecer como persona, tanto emocional como espiritualmente. Y por eso cada año repito, porque aunque parezca la misma experiencia, cada peregrinación es única y me ayuda a reconocer el valor que tengo como persona, simplemente por ser hija de Dios y ver que puedo ir mucho más allá de lo que pienso.

                          ITZIAR L.

¡Ayudanos a cumplir nuestro sueño!

Colabora con la reconstruccion de la Parroquia de San Rafael.

Cerrar ¡Haz tu donativo!